jueves, 25 de marzo de 2010

Faringitis crónica

A veces la lengua y las cuerdas vocales
maquinan una sucia venganza
sólo por placer.
Mi boca pronuncia tu nombre
y los dientes se vuelven espinas,
el paladar sembrado de uñas de gato florece
y la garganta me arde
hasta que al tragar saliva difícilmente
aminoro el fuego que no apago.

La Señora Lengua, mi sucia lengua, la hij de pta,
firma su propia sentencia con esta locura.
Su misma idea la lleva a sangrar por siglos
cuando los dientes, sus hijos bastardos
se hincan en ella lentamente hasta tocar el nervio y no poder avanzar.

Muere y se regocija el espíritu en mi dolor por la falta de sensibilidad.

A veces pronuncio tu nombre a posta
para devolverle la jugarreta
y vuelvo a sufrir por mi y por ella.

A veces pronuncio tu nombre y la boca se me llena de algodones de dentista.
Absorven la sangre perdida y engordan con ello.
No caben más,
me tocan la campanilla y me da fatiga visualizarlo.

Lo que no sabes es que estoy escupiendo.
Y vendrá una catarata vomitada, se abrirán las compuertas del embalse,
arrasará los valles enfermizos de las letras que componen tu nombre.

aaaaaahhhh

Alivio.

No hay comentarios:

Así como empezó,
el cicló se cerrará;
con una medusa gigante
que a todos engullirá.